Alcachofas salteadas con jamón y crujiente de cebolla.
Ingredientes
1 Bote de corazones de alcachofas de 330 gramos (escurrido).
100 gramos de cebolla fresca.
50 gramos de aceite de oliva virgen extra.
50 gramos de jamón curado.
10 gramos de cebolla frita.
Alérgenos:
Gluten si se añade la cebolla frita.
Corazones de alcachofas preparados con mucho corazón.
Equilibrado y sabroso plato con el que te ganarás incluso a tu suegra.
La alcachofa es uno de esos productos que parecen reservados a los chefs o del que solo nuestras abuelas conocían el secreto para hacerlos comestibles. Aunque pueda parecer algo exótico se trata de un producto genuinamente mediterráneo. Originaria de la cuenca mediterránea, fueron los españoles los que la llevaron a California y los franceses a la costa Este de Norte América. El Reino Vegetal no conoce de fronteras políticas. Allá donde tiene un clima adecuado, un suelo adecuado y un Agricultor adecuado cualquier planta será feliz. Lo mismo que sucedió con las patatas, pimientos…
Los que no somos ni cocineros ni expertos podemos llegar a diferenciarlas de otras hortalizas a simple vista. Ese aspecto tan particular no invita a devorarlas, ¡sobre todo cuando están enteras en la tienda!
Nos las podemos encontrar en el mercado con diferentes presentaciones, además de la mencionada fresca. En bote de cristal, en lata, al natural, encurtida, etc.
Hoy vamos a degustar corazones de alcachofa en tarro. Concretamente de la marca CIDACOS
Tarro de alcachofas Cidacos
Se trata de una presentación en la que la alcachofa ha sido seleccionada, pelada, troceada, escaldada y envasada con agua, sal y ácido cítrico. De ésta manera conserva todas sus propiedades antioxidantes y organolépticas.
Ésta presentación tampoco nos invita a llenar nuestro carro de la compra de botes. Estamos habituados a pasar de largo por éstos lineales, incluso más rápido de lo normal. Sin embargo, si damos el paso, compramos uno de éstos botes y nos lanzamos a cocinarlo se abrirá una nueva ventana en nuestra dieta que no cerraremos jamás.
Es un producto que viene listo para consumir.
Nosotros lo único que vamos a proponer es una mínima elaboración, al alcance de cualquier neófito, que nos las haga más apetecibles y sabrosas. Hasta el punto de poder ofrecérselas a cualquier invitado que tengamos y sorprenderlo.
Escurrimos las alcachofas.
Comenzamos escurriendo nuestras alcachofas. Para ello podemos utilizar un escurridor en nuestro fregadero y dejarlas unos momentos mientras vamos preparando la cebolla.
Momento de rehogar la cebolla.
Picamos media cebolla en pequeños trozos y la rehogamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra a fuego medio hasta que se vaya volviendo transparente.
Cortamos las alcachofas por la mitad.
Mientras tanto secamos nuestros corazones de alcachofa con un paño o papel de cocina. Ésta labor debemos hacerla con mucho cuidado ya que estamos manipulando un producto delicado que puede deshacerse entre las manos. Una vez secas procederemos a cortarlas longitudinalmente para favorecer el cocinado.
En la sartén.
Cuando nuestra cebolla esté transparente añadiremos a la sartén las alcachofas. Las iremos cocinando poco a poco para que vayan soltando el agua y se vayan dorando. Observaremos que la cebolla casi no se nota al irse deshaciendo y mezclando con las alcachofas.
En el último momento añadiremos el jamón curado picado en trocitos. Personalmente casi prefiero añadir el jamón una vez apagado el fuego. El motivo es que si cocinamos el jamón más de la cuenta se nos puede volver extremadamente salado y estropearnos el plato.
El toque especial se lo vamos a dar añadiendo cebolla frita crujiente. Hoy hemos comprado cebolla frita de la marca HACENDADO. Nos la presentan en un envase de 150 gramos lista para añadir a nuestros platos, sabrosa y crujiente. Seguro que utilizaremos éste topping en muchos más platos. Cabe comentar que el gluten que contiene ésta receta procede de la cebolla frita. En caso de celiaquía bastaría con no añadirla al plato.
Podemos ofrecer a nuestros comensales el jamón picado y la cebolla crujiente en pequeños cuencos separados para que cada uno se sirva a su gusto.
El resultado es un plato muy rico y completo que conjuga a la perfección el sabor ligeramente ácido de la alcachofa con el salado del jamón y el dulzor de la cebolla.
En cuanto a la textura, es una sensación muy agradable y placentera en boca la mezcla de la alcachofa tierna con la consistencia del jamón y el crujiente de la cebolla añadida en el último momento.
El objetivo de éstas recetas no es otro que hacer agradable y divertido cualquier plato preparado o precocinado que podamos encontrar en el supermercado o en la tienda del barrio. Damos por hecho que cuando elegimos comprar éstos productos es porque no sabemos o no nos gusta cocinar, porque no tenemos tiempo o ambas cosas.
Estamos convencidos que cuando adornamos un plato o aportamos alguna pequeña elaboración, la sensación de placer aumenta así como la de comer más sano. Además parece que nos sintamos menos culpables por consumir productos precocinados o pre elaborados si le aportamos nuestro granito de arena.
SOSmenú no ha recibido ninguna compensación económica de marcas o productos mencionados en este artículo.
Esperamos vuestros comentarios.
Muchas gracias.
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